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Efectos de la crisis financiera de 2008 en la realidad socioeconómica de las mujeres y en su educación

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Resumen

En este trabajo se relacionan los efectos de la crisis financiera de 2008 con los cambios en el seno de la familia y también con la educación. Se estudian diversos factores vinculados a la mujer y la familia (número de nacimientos, tamaño del hogar, matrimonios, divorcios, tasa de paro) y su relación con el nivel educativo (nivel de estudios o gasto en educación de los hogares) desde que comenzó la crisis de 2008.

Palabras clave: crisis financiera, nacimientos, familias, matrimonios, divorcios, gasto en educación, estudios superiores.

1. Introducción

Son muchos los estudios sociológicos sobre los cambios producidos en los últimos años en las familias y en los hogares y cómo influye la situación económica en éstos. Analizaremos a continuación diversos datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para conocer los efectos de la crisis financiera de 2008 en la realidad socioeconómica de las mujeres y en su educación.

En septiembre del año 2008 quebró el banco Lehman Brothers, la cuarta entidad financiera más importante de Estados Unidos. Era el comienzo de una crisis económica mundial que empezó al otro lado del Atlántico y se extendió por el planeta como la pólvora. La especulación con las denominadas hipotecas basura había llevado a los bancos a situaciones de verdadero riesgo y terminaron por colapsar cuando los beneficiarios de esos préstamos fueron incapaces de hacer frente a los pagos. Cada vez con menos solvencia, los bancos se mostraban recelosos de prestarse dinero entre sí o a otras empresas o particulares por miedo a que la situación se repitiera.

Explotó la burbuja inmobiliaria, creció la tasa del paro y aumentaron las hipotecas. El sistema económico global entró en recesión y se multiplicaron los rescates bancarios. En España se alcanzó un máximo histórico de más de cinco millones de parados en 2013, especialmente población migrante y jóvenes, y las arcas públicas aún tienen que hacer frente a una deuda europea de más de 42.000 millones de euros. Una situación que no se ha conseguir paliar del todo en los últimos 12 años y que la crisis sanitaria del coronavirus amenaza con convertir en una nueva catástrofe económica.

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2. Estudios previos

Las teorías tradicionales que intentan explicar que la nupcialidad sea cada vez más tardía señalan la relación entre la edad en la que se celebra el matrimonio y la edad en que se es independiente económicamente hablando. La formación de una familia necesita una base material y eso explicaría por qué en España el descenso de la nupcialidad no se ha visto contrapesado por un aumento de otro tipos de uniones menos institucionalizadas, y es que cualquier tipo de unión y proyecto vital en pareja necesida de una base material para su constitución.  Una base material muy alejada de los jóvenes por las altas tasas de desempleo que padecen y por el elevado precio de la vivienda en nuestro país (Delgado, 2000). 

Por otra parte, la monoparentalidad es una circunstancia que siempre ha existido pero que ahora se da de múltiples formas: si antes las familias monoparentales estaban formadas mayoritariamente por viudas, ahora la mayoría son madres y padres divorciados o separados. Igualmente, si antes las madres solteras eran objeto de rechazo, en la actualidad el interés se ha desplazado al problema que plantea la carga de hijos menores no compartida con una pareja (Fernández y Tobío, 1998). Parece que predomina una representación social polarizada de las familias monoparentales, por un lado mujeres en exclusión social y, por otro, mujeres de alto nivel socio-económico que optan voluntariamente por la maternidad y por prescindir de la figura paterna. En el centro de estos dos extremos, se encuentran las madres solteras por elección que, sin llegar a la indigencia, pudieran experimentar dificultades para hacer frente a sus necesidades sociales, económicas, culturales o psicológicas, debido a la escasez de prestaciones públicas que le son accesibles (Jociles et al, 2008).

El incremento de familias monoparentales en nuestro país ha crecido muy moderadamente, al igual que la tasa de divorcios, si se compara con otros países de la Unión Europea. La crisis económica ha dificultado las rupturas, ya que los gastos compartidos se complican con las separaciones y el poder adquisitivo de las familias empeora (Martín, 2010). 

Otro de los fenómenos en alza más recientes, vinculado con la disminución del tamaño medio de los hogares, es el aumento de los hogares unipersonales. Ya no sólo se da de forma impuesta (por muerte o emancipación del resto de miembros) si no que está vinculado al incremento de las rupturas y divorcios, la emancipación en solitario o el aumento de la independencia residencial de las personas mayores (López y  Pujadas, 2011).

3. Fuentes de información

Para este trabajo, se han usado diversas series estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicadas en su web:

  • Nacimientos por estado civil de la madre
  • Matrimonios de diferente sexo
  • Nulidades, separaciones y divorcios
  • Tamaño medio de hogares
  • Gasto medio por hogar en enseñanza
  • Nivel de formación alcanzado por la población adulta por grupo de edad, nivel de formación, sexo y periodo
  • Tasa de paro media anual de las mujeres

El período analizado es de 2006 a 2018, que es cuando existen datos para todas las series utilizadas y que contempla un período antes de la crisis financiera y todo su desarrollo.

4. Análisis

Si analizamos los datos de nacimientos según el estado civil de la madre, se aprecia claramente que el año 2008 supone un punto de inflexión: el número de nacimientos dentro del matrimonio comienza a caer de forma bastante acusada a casi la mitad (un 43’35% en 10 años), mientras que los nacimientos de madres solteras se estabilizan y crecen un poco. Estas dos tendencias pueden verse en el Gráfico 1.

Gráfico 1 – Evolución de los nacimientos según el estado civil de la madre.  Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del INE

Atendiendo al número de matrimonios y de disoluciones matrimoniales, puede apreciarse un descenso a partir de 2008 y, posteriormente, una cierta estabilización. Las tendencias de matrimonios o disoluciones van en paralelo, con cierto repunte del número de matrimonios en a partir de 2013 (Gráfico 2). Los datos del INE también demuestran que el tamaño medio de los hogares sigue reduciéndose, de un tamaño medio de 2,73 personas en el año 2006, previo a la crisis, a una media de 2,5 personas doce años después.

Gráfico 2 – Evolución de los matrimonios y de las nulidades, separaciones y divorcios. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del INE

Hasta ahora parece claro el efecto de la crisis financiera de 2008 en la conformación de las familias, en el Gráfico 3 puede verse como la tasa de paro de las mujeres casi se triplica en la primera fase de la crisis, pasando de un 10’70% en el año previo a la crisis a un 26,67% en 2013, cuando las tasas de empleo empiezan a recuperarse poco a poco. Atendiendo a los datos expuestos anteriormente, ese punto de inflexión en el que comienza a reducirse la tasa de desempleo coincide con el ligero repunte en el número de matrimonios y con un leve aumento también del número de nacimientos de madres solteras.

Gráfico 3 – Evolución del porcentaje de tasa de paro anual en mujeres y de mujeres con estudios superiores. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del INE

Sin embargo, la evolución de mujeres que tienen estudios superiores universitarios no deja de crecer pese a la crisis y el desempleo. Es más, se aprecia una subida más pronunciada desde comienzos de la crisis financiera.

Siguiendo con la educación, los datos estadísticos arrojan que el gasto medio por hogar en enseñanza tiene una tendencia creciente, pese a la crisis y pese a que el gasto medio por hogar general empieza a disminuir pasando de los 31.772,62 euros en 2008 a los 29.871,28 euros en 2018 (con el pico más bajo en 2014 con 27.089,83 euros). Es decir, los hogares de nuestro país gastan cada vez menos durante la crisis, aunque el gasto en educación sigue creciendo en esos hogares.

Gráfico 4 – Evolución del gasto medio en enseñanza por hogar. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del INE

5. Conclusiones

Parece claro el efecto de la crisis financiera de 2008 en la composición de la familia, con la reducción de la natalidad en el seno de los matrimonios y una reducción tanto de este tipo de uniones como de sus disoluciones. Tendencias muy vinculadas a la tasa de desempleo de las mujeres, así que parece evidente la importancia de las cuestiones materiales a la hora de formar una familia (Delgado, 2000). Por tanto, la crisis económica hace reducir el número de uniones matrimoniales, el número de separaciones y también el número de nacimientos. La situación de incertidumbre socioeconómica provoca un estancamiento en todos estos cambios familiares.

Sin embargo, parece que los aspectos vinculados con la educación no se ven afectados de forma negativa por la crisis financiera, el gasto medio por hogar en enseñanza supone cada vez más un mayor porcentaje del gasto total y se sigue incrementando el número de mujeres que acceden al máximo nivel educativo, como los estudios universitarios, los postgrados o los doctorados. El aumento del desempleo parece que provoca un trasvase a los estudios superiores.

 

Bibliografía

Delgado, M. (2000). La evolución de la nupcialidad en España: un análisis a través de las estadísticas vitales y los censos de población. Estudios Geográficos, 61 (241), 599–626.

Fernández, J.A. y Tobío, C. (1998). Las familias monoparentales en España. REIS: Revista Española de Investigaciones Sociológicas 83, 52-85

Jociles, M.I.; Rivas, A.M.; Moncó, B.; Villamil, F. y Díaz, P. (2008). Una reflexión crítica sobre la monoparentalidad: el caso de las madres solteras por elección. Portularia: Revista de Trabajo Social 8, 265-274

Martín Mora, P. (2010). Los divorcios superan la crisis. Escritura pública 66, 64-66

López, C. y  Pujadas, I. (2011). Transformaciones sociodemográficas y territoriales de los hogares unipersonales en España. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles 55, 153-182